En
1977 los obreros de los Astilleros de La Bazán (San Fernando) hicieron
una huelga negándose a reparar el buque Esmeralda de la Armada Chilena,
para colaborar con la dictadura de Pinochet y su militarismo. El buque
no pudo repararse en ningún Astillero gaditano, la dignidad de los
trabajadores quedó bien alta; no iban a vender su ética por un plato de
lentejas.
Hoy, 39 años después, el Comité de Empresa de Navantia en San Fernando se vende por un plato de lentejas (o por muchos,
prometidos, platos de lentejas). Van a construir barcos de guerra para
otra dictadura, la de Arabia Saudí, hecho denunciado por Amnistía
Internacional y Greenpeace. La izquierda (supuesta) abandona el barco
del pacifismo, por un supuesto futuro lleno de empleo (manchado de la
sangre de los crímenes de guerra de Arabia Saudí), para subirse a los
cinco buques militares de esa monarquía violadora de los derechos
humanos.
Empleo,
sí, pero empleo con dignidad, que debería incluir la dignidad de otros
pueblos que no quieren ser atacados ni masacrados con las bombas de los
barcos que se construyan aquí.
Fco Cuevas
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